Celosía metálica – usos y aplicaciones
La celosía son elemento arquitectónico decorativo que pueden utilizarse para cerrar vanos como ventanas y balcones, separar espacios y como cubiertas que impide la visual directa y deja penetrar la luz y el aire. Su aspecto habitual es el de un enrejado de finos listones de madera, pero la tecnología ha permitido que los materiales y las formas sean mucho mas variadas como concreto, madera sintética, plástico o metal.
El uso de la celosía como piel en edificios, tiene valor estético, y de control térmico al instalarse de modo «flotante» sobre la superficie del inmueble, creando sombras al interior y con variadas posibilidades de recubrimiento que pueden mejorar las características de transmisión de temperaturas. También es posible su utilización a modo de cerca y protección para ventanas, ya sean móviles o fijas.
Su utilización en interiores suele ser para definir espacios, acentuar vanos de transición incluso como barandales para escaleras y mezzanines.
Con la integración de luz en la celosía, es posible crear elementos decorativos muy bellos y llamativos tanto para exterior como para interior, pudiendo estos formar parte de muros de fondo o elementos puntuales dependiendo de la intención del diseño.
La celosía metálica puede utilizarse con recubrimiento protector de la intemperie que puede ser de prácticamente cualquier color, pero también puede utilizarse sin recubrimiento dejando que el color rojizo del oxido valla transformando la pieza naturalmente.
