«Edificios con Piel» (recubrimiento para fachadas)
El recubrimiento de fachadas es una técnica arquitectónica que está ganando popularidad por su capacidad de combinar funcionalidad y estética. En este pequeño artículo, exploraremos tres variantes: lámina perforada (ó con corte laser), metal desplegado y de piezas solidas, y cómo estos elementos benefician al edificio.
Lámina Perforada o de Corte Laser
La lámina perforada es un material utilizado en diferentes industrias donde se requiere ventilación, filtración y protección, o para controlar el paso del sonido, calor, aire o luz a diferentes dispositivos y componentes. En el contexto de la arquitectura, estos elementos son ideales para edificios con grandes superficies expuestas al sol, ya que las perforaciones permiten el paso de la luz y el aire, creando sombras que ayudan a regular la temperatura interior. Además, ofrece un alto potencial de diseño, ya que no solo es posible utilizar la hoja de lamina recta en secciones o continua sino también en forma acanalada, permitiendo la creación de patrones únicos y personalizados que pueden transformar la apariencia de una fachada.
Metal Desplegado
El metal desplegado es un material versátil y económico, elaborado de una sola pieza mediante corte y desplegado (estirado) . Este proceso asegura un alto aprovechamiento del material y una ligereza notable. Es especialmente eficaz en la protección solar, proporcionando sombra sin bloquear completamente la vista desde el interior. La estructura abierta del metal desplegado también facilita la ventilación natural, lo que contribuye a la eficiencia energética del edificio. En términos de diseño, el metal desplegado ofrece un aspecto contemporáneo y dinámico, adecuado para proyectos modernos.
Piezas Individuales
Las piezas individuales, generalmente hechas de metal o materiales compuestos, son elementos que se instalan de manera independiente y consecutiva a lo largo de la fachada. Este tipo de recubrimiento es ideal para edificios que buscan un aspecto modular y flexible. Las piezas individuales permiten una mayor personalización del diseño, ya que pueden combinarse en diversas configuraciones y patrones. Además de su atractivo estético, las piezas individuales ofrecen ventajas prácticas como la durabilidad y la facilidad de reemplazo en caso de daños. También pueden ser utilizadas para crear efectos de sombra que ayudan a mantener una temperatura interior confortable.
El uso de este tipo de recubrimiento de fachadas no solo mejora la apariencia de los edificios, sino que también contribuye significativamente a su funcionalidad. Estas soluciones arquitectónicas permiten una mejor gestión de la luz solar y la ventilación, lo que se traduce en una mayor eficiencia energética y confort para los ocupantes.